Conozca qué está pasando en el mundo y cómo esos cambios pueden (o no) afectar su negocio

Analice cómo los cambios en el comercio internacional pueden afectar su negocio local y cómo evitarlos.

Conozca qué está pasando en el mundo y cómo impacta su negocio

En un mundo donde las decisiones de las grandes potencias impactan hasta lo menos pensado, es normal preguntarse: ¿y esto en qué me afecta? La situación comercial, por la que se está atravesando con EEUU y varios países, pueden traer efectos sobre la economía de su negocio o emprendimiento. Pero también pueden ofrecerle oportunidades de cambio si sabe cómo actuar.

Aquí le presentamos cinco desafíos con los que pueden encontrarse los negocios colombianos a la hora de enfrentarse a este contexto, con recomendaciones prácticas, voces locales que aportarán su punto de vista desde la experiencia y un llamado a entender la resiliencia como una de las claves más importantes para alcanzar el bienestar financiero.

1. Posibles aumentos en los costos de productos que se compran al por mayor

Uno de los efectos más comunes de las tensiones comerciales es el aumento en el precio de los productos importados. Esto ocurre cuando se imponen oficialmente nuevos aranceles o impuestos que encarecen la entrada de mercancías al país. Debe tener en cuenta qué, aunque su negocio no realice importaciones directamente, es probable que sienta el impacto si tiene proveedores que dependen de insumos del exterior.

“En mi tienda tuvimos que cambiar los proveedores de algunos productos porque el costo se volvió insostenible. Ahora trabajo con fabricantes de acá, incluso me resulta más rápido el despacho.”
Jorge Gómez, tendero en Bogotá 

¿Qué hacer?

  • Diversifique sus proveedores: busque opciones nacionales o regionales.
  • Negociar precios a mediano plazo con sus proveedores.
  • Optimizar su inventario y evitar hacer sobrecompras.

2. Sube el dólar ¿y ahora qué? 

Cuando el dólar sube, muchos negocios sienten las consecuencias aunque no compren directamente en el exterior. Esto se debe a que muchos productos o insumos tienen precios que dependen de esta moneda. Además, una moneda estadounidense fuerte puede afectar el ánimo de los consumidores, que tienden a cuidar más su dinero y reducir gastos no esenciales.

“El alza del dólar no solo afecta importaciones, también la confianza del consumidor. Un dólar caro tiende a frenar las compras no esenciales.”
Andrés Pardo, analista de comercio exterior

¿Qué hacer?

  • Evaluar si puede renegociar precios en pesos.
  • Compartir con sus clientes la razón de los ajustes.
  • Explorar proveedores locales que no estén expuestos al dólar.

3. El consumidor busca ayudarle a su bolsillo

Algunos productos pierden relevancia cuando suben mucho de precio o si hay alternativas más asequibles. Esto puede ser una oportunidad para renovar su portafolio.

“Antes vendía mucho producto importado, pero ahora prefieren lo local. Me tocó cambiar la vitrina y los proveedores. Y funcionó.”
Yulieth Gutiérrez, tienda de artículos de hogar en Pereira

¿Qué hacer?

  • Escuchar al cliente ¿qué busca ahora?
  • Ajustar su oferta a productos de alta rotación y bajo riesgo.
  • Promover productos locales con historias que conecten.

4. Busque alternativas que lo ayuden a destacar entre la competencia

Al subir los productos importados, aparecen competidores nacionales con soluciones similares. Para algunos negocios, eso significa replantearse su diferenciador.

¿Qué hacer?

  • Enfocar la comunicación en el valor único del producto.
  • Resaltar beneficios no solo del producto, sino del servicio (entrega, atención, cercanía).

5. Nuevas regulaciones o restricciones comerciales

Estas situaciones vienen acompañadas de nuevos controles, exigencias o impuestos. Aunque parezcan lejanas, pueden llegar a cambiar cómo se mueve la mercancía que usted necesita.

“No hay que esperar a que lo afecte directamente. Siempre que haya cambios globales, es clave consultar si hay nuevas regulaciones que impacten su sector.”
Sandra Ramírez, consultora en logística internacional

¿Qué hacer?

  • Mantenerse informado con fuentes confiables.
  • Preguntar a su proveedor si hay cambios en rutas, permisos o tiempos de entrega.
  • Tener un plan B si uno de sus productos clave deja de llegar.

La resiliencia como motor de su negocio

Este tipo de contextos no son nuevos, pero sí cada vez más frecuentes. Lo importante es no caer en el miedo, sino en la información. La resiliencia en el mundo de los negocios consiste en aprender a leer el entorno, tomar decisiones basadas en datos y tener la flexibilidad suficiente para adaptarse.

Desde tenderos de barrio hasta expertos en comercio exterior coinciden: el conocimiento es poder, y la capacidad de adaptarse es lo que mantiene a flote (y creciendo) a los negocios, incluso en tiempos turbulentos.

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